- La nueva ley busca sancionar y erradicar la violencia de género, y define sus distintas expresiones desde un enfoque preventivo.
- Desde AML Defensa de mujeres destacamos la importancia de que esta ley tenga una visión integral para abordar la violencia, subrayando su impacto en niños y niñas.
Después de siete años de tramitación en el Congreso, la Ley Integral contra la Violencia de Género fue finalmente promulgada el pasado sábado 8 de junio y entró en vigencia este viernes 14 del mismo mes. Esta normativa, ingresada durante el segundo gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet, tiene como objetivo prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género. La ley proporciona un marco normativo que establece los deberes de distintos órganos del Estado para enfrentar la violencia contra las mujeres, en consonancia con los compromisos de la Convención de Belém do Pará, que este mes cumple 30 años.
Luego de un largo proceso, finalmente esta iniciativa, que tiene un enfoque preventivo y comprehensivo, define el concepto de violencia de género y sus distintas expresiones (física, psicológica, sexual, económica, gineco-obstétrica), promoviendo la elaboración e implementación de planes, programas y protocolos específicos para su prevención y sanción. Una de las características destacadas de la nueva normativa es el mecanismo de supervisión judicial de medidas cautelares para garantizar su cumplimiento.
Mirada integral:
La ley, además de reconocer las diversas formas de violencia de género, también busca proteger a todas las personas afectadas, incluidos niños, niñas y jóvenes, reafirmando la necesidad de un enfoque integral y colaborativo entre distintos órganos del Estado para enfrentar y erradicar esta problemática de manera efectiva.
En esa línea, Francisca Millán, abogada socia del estudio jurídico AML Defensa de Mujeres, comentó sobre la importancia de esta ley: “La violencia de género tiene amplias dimensiones y esta ley recoge y materializa de manera normativa el reconocimiento de las formas diversas en las que ocurre y también las personas a las que afecta”. Millán subrayó la necesidad de una perspectiva integral para abordar estas situaciones, especialmente en los casos donde hay hijos en común.
“Al considerar qué sucede cuando hay hijos en común, las mujeres muchas veces reciben violencia a través de los niños; los niños se vuelven víctimas de esa violencia. Es crucial dejar de separar la figura de los agresores entre padres y eventuales parejas o ex parejas, ya que no existe un agresor que pueda, efectivamente, ser un buen padre”, enfatizó Millán.
Hito
La promulgación de esta ley marca un hito en la lucha por los derechos de las mujeres en Chile, alineándose con los compromisos de la Convención de Belém do Pará, que este mes celebra su 30º aniversario, reafirmando así el compromiso del país con la erradicación de la violencia de género