- Los jueces, juezas y abogados no son ajenos a los sesgos y estereotipos de género que existen en la sociedad, lo que impide a muchas mujeres tener un acceso efectivo a una justicia con perspectiva de género en el país.
Si bien la sociedad ha ido avanzando, los sesgos y estereotipos aún se presentan de forma constante en la mayoría de las estructuras y el derecho y la justicia no se escapan, porque aún no se ha naturalizado la perspectiva de género.
Cuántas veces no se ha escuchado a abogados y juezas cuestionar a las víctimas de abuso y acoso con frases como: “Es que su vestimenta era provocadora”, “su estado de embriaguez y otras conductas derivaron en una relación sexual”. Lamentablemente muchas, y la más reciente la emitió el abogado de Martín Pradenas, al señalar sobre el caso que él enfrenta por violación que: “hay que tener perspectiva de justicia, porque eso de la perspectiva de género se toca con temas subjetivos. Acá todos hablan de Martín, Martín allá y acá (…) pero parece que nadie más participó acá, como si las víctimas fueran entes que no hacen nada».
¿Sirve por sí sola la “perspectiva de justicia” en casos donde las mujeres son víctimas de violaciones y agresiones? Las noticias demuestran que no, porque son ellas quienes a pesar de haber sufrido agresiones, son cuestionadas y juzgadas por la sociedad; estos apuntan a la forma de vestir, a la hora que transitaba por una calle o por haber bebido mucho.
Y la justicia no puede escapar de los estereotipo, de acuerdo a Francisca Millán, socia y abogada de AML Defensa de Mujeres: “hoy los jueces y juezas no están ajenos a esos sesgos y la única forma de asegurar un acceso a la justicia, que sea efectivo para las mujeres, es que los tribunales tengan las herramientas suficientes para detectar esos sesgos y extraerlos de su razonamiento”.
Qué es la perspectiva de género
La perspectiva de género es un mecanismo o metodología que busca analizar las diferencias sociales y culturales que ha construido la sociedad para diferenciar a hombres y mujeres, y que no se basan en atributos físicos o biológicos, sino más bien en percepciones e ideas que se asientan en el pensamiento colectivo. Así, aplicar la perspectiva de género en el derecho, permite ver con otros ojos situaciones de abuso y acoso, para eliminar cualquier tipo de cuestionamiento que se base en estereotipos.
Aplicar la perspectiva de género en el derecho no implica darle ventaja a las mujeres, sólo significa “emparejar la cancha para que quien juzga, lo haga sin sesgos y para que, al tener acceso a la información del caso, no reproduzca los estereotipos que se puedan encontrar en ella, y así evitar frases desafortunadas como ‘por qué la víctima estaba vestida así o por qué tomó tanto esa noche’”, explicó Millán, quien agregó que esto “no es un capricho, ni una moda, ni una tendencia. Es una metodología que se tiene que aplicar”.
La tecnificación
De acuerdo a Millán, la única forma de aplicar la perspectiva de género en la justicia, es a través de la tecnificación. Si bien se requiere que en toda la formación de derecho esto se enseñe, es crucial que en la magistratura, ahí donde los jueces y juezas se hacen cargo de juzgar, “exista una tecnificación en la materia y haya una formación profunda sobre la perspectiva de género para que puedan juzgar bajo ese prisma”.
Hasta hace algunos años, se hablaba de “sensibilizar” sobre perspectiva de género, pero no es suficiente, porque no implica aprender a utilizarla. Por eso, la formación de los profesionales de la justicia chilena, es crucial para que no se vuelvan a oír frases en las que las víctimas, que buscan justicia, terminen siendo cuestionadas sólo por ser mujeres.