- La reciente aprobación de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia de Género en Chile no solo establece derechos y protecciones para las víctimas, sino también una serie de obligaciones específicas para diversas instituciones del Estado.
- El Ministerio de Educación juega un papel fundamental en la prevención y tratamiento de la violencia de género.
El Ministerio de Educación –al igual que el Ministerio de Salud– tendrá responsabilidades clave en la implementación de la nueva ley, enfocándose en la prevención de la violencia de género desde las etapas tempranas de formación y asegurando la protección de las víctimas dentro del sistema educativo.
1. Promoción de Protocolos de Actuación:
El artículo 12 de la ley establece que el Ministerio de Educación debe implementar y promover protocolos de actuación en todos los establecimientos educativos. Estos protocolos deben incluir medidas para prevenir la violencia de género, así como procedimientos claros para actuar en caso de que se detecten situaciones de abuso o acoso.
2. Capacitación y Sensibilización:
Es responsabilidad del Ministerio de Educación asegurar que todos los docentes y el personal administrativo reciban formación continua sobre la violencia de género, su detección y la forma adecuada de intervenir. La sensibilización en este tema es fundamental para crear un ambiente escolar seguro y protector para todos los estudiantes.
3. Apoyo a Estudiantes Afectados:
La ley establece que el Ministerio de Educación debe garantizar que los estudiantes que sean víctimas de violencia de género reciban el apoyo necesario para continuar con su educación. Esto incluye la obligación de buscar cupo en otros establecimientos educativos si la madre del estudiante debe cambiar de domicilio debido a violencia, y asegurar que reciban asistencia psicológica y académica adecuada.
4. Coordinación con Otros Organismos:
El Ministerio de Educación debe trabajar en coordinación con otras instituciones, como el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, para asegurar una respuesta integral y efectiva a la violencia de género. Esta colaboración es esencial para ofrecer un apoyo completo a las víctimas y para implementar políticas de prevención a nivel nacional.
Implementar estas medidas no solo ayudará a prevenir y responder a la violencia de género, sino que también promoverá un cambio cultural profundo, donde la igualdad y el respeto hacia las mujeres sean principios fundamentales en todos los ámbitos de la vida.